Uno de los objetivos que perseguimos las personas es crecer continuamente, tanto a nivel personal como profesional. Podemos decir que, desarrollarnos es una característica intrínseca en nuestra naturaleza, y cuando conseguimos avanzar, superar retos, y obtener resultados que nos hacen crecer, nos sentimos realmente satisfechos/as.
A propósito de mi último artículo sobre liderazgo sobre características de un líder, se desencadenó una de las muchas conversaciones sobre este tema con Enrique, ejecutivo sabio y muy experimentado. Me explicó que había vivido diversas situaciones a lo largo de su dilatada trayectoria profesional y que estaba totalmente de acuerdo en las características del líder, pero quería profundizar más en el cómo y el para qué o el porqué. Pude olisquear el reto.
Para empezar, hemos de ver con claridad que la pelota está en nuestro campo. Sólo nosotros conocemos – o deberíamos conocer – perfectamente a nuestros clientes. La estrategia ganadora infalible consiste en planificar y desarrollar en el tiempo proyectos que ofrezcan valor concreto a clientes concretos. Tanto a los internos, como a los externos. Tanto a los actuales, como a los futuros.
Para ello contamos con seis herramientas poderosas: escuchar, comunicar, innovar, concretar, apostar y convertir.